La repostería mallorquina ha jugado un papel clave no sólo en la gastronomía, sino también en la genealogía de las familias de pasteleros de la isla.
Y es que la tradición pastelera de Mallorca se remonta siglos atrás y siempre ha constituido una parte esencial de la cultura familiar. Abuelas que elaboraban las recetas de memoria han transmitido el amor por la pastelería a sus nietos, enseñándoles paso a paso la elaboración de dulces tradicionales como las coques de Valldemossa, las ensaimadas o los crespells y robiols de Pascua. Ahora son esas nietas y nietos los que viven la tradición de la repostería con sus hijos e hijas, reelaborando recetas tradicionales y aportándoles un toque personal.
Mejores pastelerías de Mallorca
Aunque se trata de una tradición familiar que se vive y comparte en casa, especialmente durante festividades como Pascua, Navidad o Carnaval, son muchas las pastelerías de Mallorca que también se han encargado de mantener estos sabores vivos durante todo el año, con negocios que a menudo han pasado de generación en generación.
Es Fornet de sa Soca: custodios de la tradición
Uno de los grandes referentes de la repostería mallorquina es Fornet de sa Soca, también conocido como el Forn des Teatre, ubicado en el corazón de Palma.
Reconocida como una de las mejores pastelerías de Mallorca, es famosa por su dedicación a preservar las recetas tradicionales que forman parte de la identidad culinaria de la isla. De hecho, el maestro repostero ha recogido en la obra Rebosteria tradicional de Mallorca su trabajo de investigación: el rescate y la revitalización de recetas que, en algunos casos, parecían destinadas al olvido. El local donde ofrecen sus productos también representa la esencia del Fornet: antiguos utensilios de cocina, decoración tradicional y mucho encanto.
Forn d’Inca, el arte de la pasta de fulls
Otro nombre imprescindible en la escena repostera es el Forn d’Inca, conocido por su maestría con la pasta de fulls (hojaldre), una técnica que requiere precisión, tiempo y paciencia.
Este horno no sólo se ha dedicado a crear deliciosos pasteles, sino que también ha dejado un legado escrito en forma de un libro que recopila las recetas más tradicionales y la historia del hojaldre en la isla. En este libro, los amantes de la repostería pueden descubrir secretos de elaboración y recetas que han pasado de generación en generación.
Entre sus productos más emblemáticos están las tartas y empanadas de hojaldre, perfectas para disfrutar en cualquier ocasión especial.
La reina de la repostería mallorquina: la ensaimada
Hablar de la repostería mallorquina sin mencionar la ensaimada sería casi un sacrilegio. Esta delicada y esponjosa masa dulce es un emblema de la isla, y hay varias pastelerías de Mallorca que se han especializado en perfeccionarla. El Forn d’en Biel en Llucmajor es uno de ellos, destacando también por su apuesta innovadora con las ensaimadas veganas, que ha adaptado la tradición a los tiempos modernos.
Otros nombres imprescindibles en el mundo de la ensaimada son el Forn de Sant Joan y el Forn de Sant Cristo, ambos famosos por la calidad de sus productos.
Por último, no podemos dejar de mencionar Can Joan de s’Aigo, una de las pastelerías más antiguas y tradicionales de Palma, donde la ensaimada se eleva a arte y se acompaña de helados artesanales que completan una experiencia única.
Luís Pérez Pastiser: repostería contemporánea con raíces
Pero no todo en la repostería mallorquina mira al pasado. Lluís Pérez, uno de los pasteleros más reconocidos de la isla, ha sabido fusionar tradición y modernidad con gran maestría. En su pastelería, se pueden encontrar creaciones que juegan con sabores locales, pero con una presentación moderna y refinada.
En 2022, Pérez ganó el prestigioso premio Tianet gracias a su coca de algarroba y naranja, un postre que combina ingredientes autóctonos con un enfoque contemporáneo. Su repostería delicada ha conquistado tanto a locales como a visitantes, y es un ejemplo perfecto de cómo la tradición puede evolucionar sin perder su esencia.
The Lodge Mallorca: el toque dulce de la alta gastronomía
Para quienes buscan disfrutar de los postres mallorquines en un entorno más exclusivo, el Restaurante Singular en The Lodge Mallorca es una parada obligatoria. Aquí, la repostería local se eleva a un nivel gourmet, ofreciendo postres tradicionales como el gató de almendra o la ensaimada, pero con un toque refinado que convierte cada plato en una experiencia única.
Este enfoque combina la esencia de la repostería mallorquina con técnicas más modernas de la alta cocina, ofreciendo a sus comensales una manera diferente de disfrutar los sabores de la isla.